Los Cañones del Burrero


 

LOS CAÑONES DEL BURRERO. Septiembre, 18, 1962

Hace días fue informada la Delegación Provincial de investigaciones Arqueológicas por los jóvenes Tomás Cruz Alemán (Maestro de Primera Enseñanza), D. Juan Manuel González Martel , (estudiante del tercer curso de filosofía de la Universidad de La Laguna, Sección de Románica) y don José Sánchez y Sánchez (estudiante del Magisterio) gesto que acusa un alto espíritu de respeto a las leyes del tesoro arqueológico nacional, y de plausible colaboración como en aguas de la playa de "El Burrero", también conocida por "Vista Alegre", de la localidad del Carrizal de Ingenio, se encontraban en el fondo del mar, a corta distancia de la orilla un cierto número de antiguos cañones, material artillero pues los dichos jóvenes submarinistas habían advertido en días pasados, y sin que antes hubieran sido localizados.

La noticia muy importante, fue valorada por el Delegado Provincial de Excavaciones Arqueológicas, don Sebastián Jiménez Sánchez, quien cumplimentando las vigentes disposiciones que reculan la conservación, defensa y el estudio del Patrimonio Arqueológico Nacional, tanto terrestre como submarino, se trasladó a la mentada playa dé "El Burrero", colindante por el sur con la de Gando, acompañado del ayudante-secretario de dicho servicio, don Victorio Rodríguez Cabrera, y del también colaborador don José Antonio García Álamo, delegado local de Excavaciones Arqueológicas en la villa de Agaete, destacado submarinista y Jefe Provincial del S.E.U., integrantes del equipo de actividades del citado servicio provincial. La playa de "El Burrero" es corta y forma arco, es alegre, de amplia visibilidad y un tanto pedregosa. Está situada al abrigo de un morrete volcánico y de un gran peñasco que llaman "El Roque", que se internan en el mar ambos en avanzado estado de descomposición. Es por lo general de aguas tranquilas y lugar de veraneo de algunas familias de las localidades inmediatas, que conviven con los moradores del lugar, la mayoría pescadores, y otros dedicados a las faenas agrícolas.

El señor García Álamo, del Servicio Arqueológico provincial, después de hacer un amplio reconocimiento del fondo de les aguas de la citada playa, localizó la situación de los expresados antiguos cañones sobre un fondo arenoso calcáreo, en gran parte cubierto de algas cortas, de color canelo oscuro. Resultado de la exploración y localización llevada a cabo feliz e inteligentemente por el señor García Álamo, fue el fijar en cinco el número de los cañones, todos ellos construidos en hierro: uno a veinticinco metros de la orilla y paralelo a ella, otro en posición inclinada a cinco metros del anterior, y un poco más adentro, los tres restantes, éstos formando grupo compacto. La longitud de los mismos es de unos tres metros. Todos ellos aparecen cubiertos de musgos, algas y concreciones calcáreas, que llevan adheridas abundantes piedrecillas, de ahí que ofrezcan resaltados verrugones, producto de largos años de oxidación. En las inmediaciones fueron localizados por el propio García Álamo, un largo atacador de hierro, gran cantidad de duelas, también de hierro, no menos, de quince, eslabones grandes de cadenas del mismo metal. La parte de la recámara de los cañones es de unos sesenta y cinco centímetros y el diámetro interior de la boca de diecisiete cm. Algunos de ellos presentan la recámara con su clásico cierre. Las duelas, de grandes dimensiones, y averrugadas por la acción corrosiva del agua del mar, ofrecen un ancho de cinco centímetros por dos centímetros de espesor.

El submarinista señor García Álamo logró extraer uno de los eslabones de las cadenas, el cual ofrece forma un tanto rectangular de 28 cm. de longitud por 18 centímetros de ancho y tres centímetros de espesor, en los lados mayores, y quince cm. de longitud en los lados menores y paralelos. Asimismo, dos trozos de duelas, los cuales presentan un ancho de cinco cm. por dos de espesor. Todo el material, cubierto de algas concreciones calizas se confunden con las rocas y fondo arenoso principalmente el grupo de los tres cañones compactos y más alejados de la orilla, motivo por el que hasta el presente no habían sido localizados. Usados por los bañistas y nadadores el estado de conservación muy deficiente, por lo que su extracción, con fines museísticos hace difícil y nada práctica: por producirse una inmediata descomposición. El material reseñado como se deja dicho, se encuentra a 25 metros aproximadamente de la orilla, a ocho metros de profundidad a pleamar, y d 3,5 o 4 metros en la bajamar. En estas grandes mareas del mes de Septiembre llamadas vulgarmente “mareas del Pino” ha tenido lugar el hallazgo. En tiempos pasados puede que todo este material estuviera distante de la orilla, pero por la acción, de las la fuertes resacas marinas, durante largos años. Los haya aproximado a la playa

El aspecto de los cañones, siguiendo la descripción hecha verbalmente por el señor García Álamo es igual a la de otros cañones de los siglo XVII y XVIII utilizados en la defensa del litoral de las Islas Canarias colocados en torres - fortalezas, castillos y reductos: Ellos nos resultan idénticos a los que se exhiben en el Patio de Armas de la "Casa de Colón” en esta capital. Las piezas que nos ocupan tienen valor histórico documental un tanto impreciso. En un principio estimábamos correspondieran estos cañones a una nave corsaria de los siglos XVI al XVIII que tanto merodearon por las costas de las islas inquietando a sus moradores y sembrando la desolación y el terror que herida por algún disparo de la Torre de Gando embarrancara la precitada playa de “El Burrero”. Otra conjetura es que pueda ser resultado de un naufragio por temporal, en la citada costa, aunque no tenemos datación y también, y esto es lo más posible que dichos cañones perdidos y ahora localizados sean producto de una nula maniobra de desembarco, destinadas a artillar algunas de las fortalezas del sur de Gran Canaria, aunque lo lógico hubieran sido desembarcados por el Puerto de las Isletas, por la playa, y rada de Gando y puerto de Sardina del Norte que entonces eran los lugares habilitados para embarque y desembarque de mercancías, por otra parte, no hay referencia cierta y documental que en dicha playa de "El Burrero" existiera fortaleza alguna, máxime cuando esa parte del litoral grancanario estaba vigilada y defendida por la Torre de Gando y el Castillo de Santa Cruz del Romeral. Este es el sorprendente hallazgo que ha interesado a muchas personas en estos pasados días, pues con este breve estudio descriptivo merced a la eficaz e inteligente ayuda de nuestro colaborador arqueológico y submarinista, don José Antonio García Álamo, ofrecemos al público un acontecimiento que constituye el primer caso de arqueología submarina en Canarias. (1)

Sebastián Jiménez Sánchez

Delegado Provincial de Excavaciones Arqueológicas.

(1) Periódico FALANGE (18 de Septiembre 1962)

 

INTENTO DE EXTRACCIÓN DE LOS CAÑONES DEL BURRERO. Octubre, 15, 1962

Amarre de los cañones

Ya estábamos enterados que en la playa de "El Burrero" en el Carrizal, se habían descubierto varios cañones que parecen ser bastante antiguos y que hoy iban a ser extraídos por un grupo de submarinistas, debidamente autorizados por la Comandancia Militar de Marina. Pues bien, en vista de ello un grupo de submarinistas se personó el día indicado en la playa del Burrero, con el fin de coleccionar datos de la extracción de tan interesante hallazgo. Al llegar no sabíamos con exactitud la situación de las piezas y tras preguntar y preparar los aparatos para una exploración submarina, nos hicimos al agua.

Quedamos asombrado en ver el lugar donde estaban pues no comprendíamos como no se habían descubierto con anterioridad, puesto que se encontraban a unos tres metros de profundidad y a una distancia aproximada de cien metros de la orilla. Según rumores, son varios los cañones descubiertos, unos trece. Pero en verdad nuestra expedición solo pudo apreciar la situación de tres de ellos. Uno casi en la arena y los otros dos sobre las bajas cubierto de espesa hierba marina, pero bastante visible desde la superficie. Se tomaron fotografías y posición casi exacta de los mismos y esperamos la llegada de los submarinistas que tenían a su cargo la extracción. Estos llegaron en una embarcación de la Aviación aproximadamente a la una de la mañana, y seguidamente comenzaron los trabajos.

Desde tierra un gran camión-remolque tendió un cable de acero, que tenía la misión de ser amarrado a uno de los cañones con el fin de arrastrarlo hasta la orilla, pero con tan mala suerte que solo faltaban unos 3 metros, con lo que se procedió al amarre, de los cañones con gruesa soga, la cual se rompía, como leve cordel desde que se tiraba de ella. Mientras tanto los submarinistas señores Ramírez, Heredia, Croissier y otros cuyos nombres se ignoran, seguían el fatigoso trabajo. Las pesadas picaretas y grandes cuchillos de inmersión fueron pocas herramientas para el desprendimiento de esos hierros sumergidos. Ni siquiera el camión con sus doce toneladas de arrastre, fue capaz de desprenderlos. Los cañones estaban perfectamente pegados al fondo no querían ceder. La soga se rompía a cada tirón dado desde tierra y por carecer de cable resistente se dejó la faena por ese día. Los valientes submarinistas no flaquean, procedieron a un nuevo estudio, explotaron y tomaron nota de cuanto necesitan para un nuevo intento.

Será pues Dios mediante el domingo el día señalado del triunfo. Sin embargo, desde tierra, la multitud esperaba impaciente que uno de aquellos cañones saliera del agua. Desde la embarcación quizá algunos técnicos, también lo esperaban; Y nosotros, por no decir lo contrario también lo esperábamos. Sin embargo nuestra cámara, captó toda una información fotográfica de interés. Y así, cuando se desistió de todo, la motora de los submarinistas salió de la bahía dejando atrás lo que tanto deseaba recuperar, y la multitud fue poco a poco abandonando la playa. Pero allí, allí estaban todavía esos, cañones esperando el retomo de los valientes e intrépidos submarinistas. (1)

(1) Periódico DIARIO DE LAS PALMAS: Fernando TALAVERA COMAS. Octubre, 12 del 62. (15 de Octubre 1962)

 

LA EXTRACCIÓN DE CAÑONES HALLADOS EN AGUAS DE LA PLAYA DEL BURRERO. Octubre, 25, 1962

Actividad submarina: Extracción de una pieza de cañón

Como ya se sabe, el día 12 de este mes, un grupo de submarinistas intentó la recuperación de unas piezas de cañón que fueron descubiertas por D. Justo Cebrián Casorran y D. Tomás Cruz Alemán, en la bahía que forma la playa del Burrero (Carrizal) y, que no pudieron ser extraídas por carecer de materiales necesarios, por lo que se desistió de tal empresa hasta tanto se hiciera un nuevo estudio.

El domingo 21, desde las 8 de la mañana y antes de que los encargados de la extracción hicieran su presencia, por los submarinista Miguel Angel Borges y Bernabé Cazno Domínguez, pertenecientes al grupo subacuático de la O.J.E., junto con el topógrafo Fernández Aguiar y por el que suscribe, se tomó posición fotografías y datos, con el fin de localizar la posición más exacta posible comprobándose el agrupamiento de las piezas, perfectamente colocados, muy juntas una de otras, tal como nos informó el Sr. Cebrián. También se pudieron apreciar unos aros, y piñones, que se supone puedan pertenecer a las mencionadas piezas, aparte de otros restos metálicos.

Otro informe de bastante importancia, que pudimos obtener en una pequeña charla con el Sr. Cebrián, fue el descubrimiento de unas piedras cuadradas y de unos doce metros de lado y, que se encuentran a unos doscientos metros de la costa y a una profundidad aproximada de 12 metros, atribuyéndose a la mano del hombre ya que es imposible que corresponda a un hecho natural del fondo del mar. No obstante, ya se informará con exactitud de tal descubrimiento, pues hasta ahora son afirmaciones prematuras.

Sobre las diez y media, los escafandristas encargados de la extracción hicieron su presencia, y tras preparar los materiales de inmersión se hicieron al mar completamente cargados con picos, palas, palancas e incluso con los llamados “gatos” hidráulicos para el levantamiento de vehículos. El trabajo comenzó por apartar todo escombro que pudiera estorbar para la colocación de los citados gatos, los cuales flaqueaban por el peso y el perfecto agarre de la pieza con el fondo. Y mientras los trabajos seguían, la multitud se iba acumulando a orillas del mar en espera de noticias. En la orilla, todo era rumos en el fondo del mar, trabajo y el silencio submarino se vio turbado por el choque de las palancas contra la pieza, el rasgar de las azadas y el roncar de las válvulas de las escafandras.

Serían aproximadamente la una de la tarde, cuando por fin se dio la orden de que el vehículo pesado del Ejército del Aire, con sus doce toneladas de arrastre, tensará el cable que ya se encontraba perfectamente atado a la pieza. Fue entonces cuando llegó el momento esperado. La multitud se acumuló impaciente para ver la salida de ese hierro herrumbriento, el cual fue recibido por múltiples aplausos que también eran para esos escafandristas que tanto entusiasmo pusieron en esta recuperación trabajosa y a la vez deportiva.

Las medidas dadas en la pieza recuperada fueron las siguientes: 2,45 de largo, 0,25 de diámetro en su parte anterior, 0,40 de diámetro posterior con calibre de 0,10 y con un pesos aproximado de 700 a 800 kilos, siendo tanto las medidas como el peso aproximado, ya que la citada pieza se encontraba totalmente cubierta de impureza submarina.

Tomaron parte en este interesante rescate, aparte de los descubridores D. Justo Cebrián y D. Tomás Cruz, los componentes de la Sociedad Subacuática de Hombres Ranas de Las Palmas, D. Oscar Heredia, D. Eduardo Croissier, D. Pedro Medina, D. José Ramírez Rodríguez y D. Gregorio Delgado, a los que felicitamos desde estas páginas. (1)

Nota: Se encabeza la crónica con una fotografía donde aparece el cañón extraído junto a D. Tomás Cruz entre otros, con texto: “D. Justo Cebrián y D. Tomás Cruz, descubridores de los cañones”.

(1) Periódico Diario de Las Palmas. Crónica de Fernando Talavera (25 de Octubre 1962)

 

LOS CAÑONES DEL BURRERO. Diciembre, 22, 1962

¿No sé si te habrás enterado, de que en el Carrizal, precisamente en la playa de el "Burrero", han aparecido unos cañones, por casualidad has ido a verlos?

—Desde luego, cuando me enteré de la noticia de que habían aparecido unos cañones por allí, me quedé algo sorprendido, pues han sido muchas las veces que he pescado por aquellos alrededores y nunca los he visto. Yo lo atribuyo a que estaban enterrados en la, arena y que una mar fuerte de fondo los haya descubierto. No sé ni el estado en que estarán ni a lo que puedan pertenecer. Haciendo conjetura, desde luego uno se sorprende bastante, porque el único puerto que existía en aquella época era el de Gando, y claro es bastante sorprendente se encuentren restos de cañones. Puede que estuviera en mala situación algún barco, y por temor al hundimiento tiraran por la borda todas las cosas pesadas, o también, que allí ocurriera algún accidente. (1)

(1) Periódico DIARIO DE LAS PALMAS (22 de Diciembre 1962)

 

CAÑONES DE UN GALEÓN A LA VISTA EN LA PLAYA DEL BURRERO. Agosto, 11, 1967

Hace pocos años, y en la playa del Burrero, en el Carrizal, por unos submarinistas, se extrajo un cañón antiguo de un barco que lleva bastantes años hundido en Gando y nos dicen personas que conocen aquellos lugares que, en marea baja, se ven los restos de dicha embarcación, así como varios cañones, por lo que estiman que un equipo adiestrado en estas tareas, se debe realizar una campaña para rescatar tales piezas y llevarlas a un museo. (1)

(1) Periódico LA PROVINCIA (11 de Agosto de 1967)

 

SOBRE EL HALLAZGO DE CAÑONES EN LA PLAYA DEL BURRERO. Agosto, 9, 1968

Los cañones de la Playa del Burrero fueron descubiertos en 1962. Justo Cebrián y Tomás Cruz denunciaron el hallazgo. Premio por el tesoro histórico: 187,50 pesetas

María Dolores Valerón Martel saca a relucir un tema que en opinión de algunos esta tomando un cierto extraño para quienes viven o frecuentan la playa del Burrero. En el Carrizal de Ingenio.

Desde hace algunos días cierto medios informativos han reproducido con cierto alarde las operaciones de extracción de una serie de piezas que según se dice han sido halladas recientemente en dicha zona marinera del sur de nuestra isla. La realidad es que mientras no se demuestre lo contrario, esas piezas, restos de algún navío en aquellas aguas fueron localizados hace ya algunos años, hecho del que dan fe numerosas personas y ciertos documentos que en estos instantes tengo a mi lado.

Entrevista con Cruz Alemán

Uno de los principales protagonistas de esta vieja historia si no el más importante es D. Tomás Cruz Alemán, con quien hemos dialogado esta tarde

-¿Por qué se ha esperado tanto tiempo para denunciar este hallazgo

-Bueno, la realidad es que cuando el pasado domingo presencié la extracción de aquellas piezas que yo descubriera hace seis años, sentí cierta pena al ver que otras personas cargaban con los laureles de la hazaña.

-¿Cómo sucedió todo aquello?

- La historia comienza unos cuatro años de formalizar la denuncia ante las autoridades militares. Allá por 1958 acostumbraba a bucear en busca de las maravillas submarinas. En varias ocasiones pude comprobar la existencia de unos muros o tumbas que en un principio desdeñé por considerarlas extrañas al lugar. Sin embargo, un día decidí lanzarme a la aventura de averiguar que eran aquellos objetos. Me sumergí, quité los limos y vi con gran sorpresa que se trataba de cañones.

-¿A qué distancia de la costa se hallaba?

- A unos cinco metros de la costa en la pleamar.

-¿Qué se hizo entonces?

- Guardé silencio durante un par de días. Luego se lo dije a un amigo, Juan González Martel, hoy periodista, quien no creía en mi hallazgo. Intentamos sacarlos solos. Nos pusimos en contacto con D. Sebastián Jiménez Sánchez, delegado Provincial de Excavaciones Arqueológicas, quien se personó en el lugar para testimoniar el descubrimiento. Otro amigo mío, el hoy comandante médico de aviación, D. Justo Cebrián Cazorrán se sumergió y comprobó la existencia de trece piezas en vez de la tres que nosotros habíamos visto.

-¿Qué pensaron?

-El entonces capitán y yo nos pusimos en contacto con las autoridades.

Los documentos hablan

Con fecha 15 de Septiembre de 1962, la Comandancia Militar de Marina de Gran canaria registraba la entrada de una instancia que el día anterior habían suscrito los Señores Cruz Alemán y Cebrián Cazorrán. Por lo interesante del texto publicamos aquí el contenido. Dice así:

“D. Tomás Cruz Alemán, mayor de edad, soltero, maestro nacional y vecino de El Carrizal de Ingenio, con domicilio en la calle Juan Martel y D. Justo Cebrián Cazorrán, mayor de edad, casado, capitán médico de aviación, domiciliado en Las Palmas, Paseo de Chil, 83, letra E, ante V.I. comparecen con el debido respeto y consideración y tienen el honor de exponer:

Que el pasado día 4 de los corrientes , en horas de la mañana, los que suscriben, descubrieron en el mar, a unos diez metros de la orilla (calculada la distancia de la bajamar) y a una profundidad aproximada de 3 a 5 metros, en un punto situado como a unos 50 metros al sur del Roque Burrero, en la playa del mismo nombre del término municipal de Ingenio la presencia de varios objetos o derrelictos y entre ellos ocho cañones al parecer antiguos que pueden pertenecer a la dotación de una embarcación allí hundida y de las que parecen existen otros restos de casco o cubierta. La situación geográfica de dichos derrelictos es de 27 grados 54 minutos 6 segundos de latitud norte y de 15 grados 23 minutos de longitud oeste del meridiano de Greenwich.

Varias personas han sido testigos de nuestro hallazgo y del mismo se ha dado cuenta al Excmo. Sr. Presidente del Cabildo Insular de Gran canaria y al Iltmo. Sr. Comisario Provincial de Excavaciones Arqueológicas, con fecha 12 y 13 de los corrientes. Deseamos hacer expresa reserva de cuantos derechos puedan correspondernos por el hallazgo de referencia y a cuyo efecto formalizamos la presente denuncia.

En virtud suplicamos a V.I., que habiendo dado por presentado este escrito se digne tener por formalizada la denuncia del hallazgo de derrelicto que hemos reseñado con reserva de cuanto derecho puedan correspondernos. Otrosi. Habiendo trascendido el hallazgo y en previsión de que personas no entendidas en las materia o comerciantes desguazadores puedan intentar extraer los indicados derrelictos en su provecho y en perjuicio del Estado, e incluso causar daño a las piezas que puedan tener valor histórico, nos permitimos solicitar sea destacado al lugar del hallazgo algún personal de vigilancia que impida cualquier desafuero. Es gracia que espera merecer de V.I. cuya vida guarde Dios muchos años.”

Se extrae la primera pieza

Después de un primer fracaso por falta de medios, el 21 de Octubre salió a la luz la primera de las piezas halladas en la Playa del Burrero. Se trataba de un cañón de 2,45 de largo, 0,25 de diámetro en su parte anterior, 0,40 de diámetro posterior con calibre de 0,10 y con un pesos aproximado de 700 a 800 Kilos. Participaron en aquella delicada operación, aparte de los señores Cebrián Cazorrán y Cruz Alemán, algunos componentes de la Sociedad Subacuática de Hombres Ranas de Las Palmas, señores Heredia, Croissier, Medina, Ramírez y Delgado.

Otro documento interesante

Existe otro documento que con fecha 19 de Noviembre de 1965 dirigiera el comandante Juez Instructor de la Comandancia Militar de Marina de Gran canaria a D. Tomás Cruz Alemán. Con indicación de procedencia del Juzgado de Instrucción Número Uno, referencia E.V. número 119,62, asunto: Justicia, el citado escrito dice:

“Referencia: Expediente varios número 119 de 1962, instruido con motivo del hallazgo en aguas de la playa del Burrero de esta isla de un cañón antiguo el día 4 de Septiembre de 1962. Texto: Por giro postal número 3.007 de fecha 3 de Febrero último, le fue remitido a usted por el anterior juez instructor, capitán de Corbeta D. César Botella Calandre la cantidad 187,50 pesetas importe del premio que le corresponde percibir por el hallazgo de “referencia” y rogándole acuse recibo a este Juzgado para constancia en las actuaciones. Con el presente reitero a usted los escritos que le fueron dirigidos en igual sentido el 26 de Marzo y el 3 de Agosto del año en curso”.

El cañón está en Madrid

Aquella primera pieza se halla en la actualidad en el Museo Naval de Madrid, según nos informan en fuentes extra-oficiales. Los restantes que acaban de extraerse, están en manos particulares.

-No he pensado todavía en ejercer mis derechos. Tengo que pensarlo.

Esta han sido las palabras con que D. Tomás Cruz Alemán nos despide. ¿Qué sucederá con el fruto del descubrimiento hecho hace seis años?.

(1) Periódico EL ECO DE CANARIAS (9 de Agosto 1968)

 

SOBRE EL HALLAZGO DE CAÑONES EN LA PLAYA DEL BURRERO. Agosto, 10, 1968

El tesoro de la Playa del Burrero. Las hermanas Valerón Martel vivieron los momentos del hallazgo. También el Capitán Etayo examinó las piezas.

El tema del hallazgo de unas piezas en aguas de la Playa del Burrero, en el término municipal de Ingenio nos brinda hoy algunas ideas sueltas que sirven de complemento a nuestro reportaje de ayer. Para darle un poco de valor humano a todos estos detalles, me he reunido con las jóvenes hermanas Valerón Martel, que son quienes me han facilitado el contacto y parte del material que aquí transcribimos. María Dolores, Concha, Pino y Carmen, universitarias las más, han dialogado con el informador.

-Conocemos la historia de ese descubrimiento histórico porque hemos vivido mucho tiempo en aquella zona, pero sobre todo porque siempre nos ha unido una gran amistad con Tomás Cruz Alemán, figura fundamental y primerísima de este hecho que hoy constituye vanagloria para otros.

Me enseñan unos recortes de prensa. Entre ellos un reportaje firmado por el delegado provincial de Excavaciones Arqueológicas, D. Sebastián Jiménez Sánchez y otros dos firmados por D. Fernando Talavera Comas, persona ésta que nos ha facilitado parte del documento gráfico que ilustra el trabajo.

Talavera Comas dice en su artículo: “Al llegar no sabíamos con exactitud la situación de las piezas y tras preguntar y preparar los aparatos para una exploración submarina, nos hicimos al agua. Quedamos asombrados al ver el lugar donde estaban, pues no comprendíamos como no se habían descubierto con anterioridad, ya que se hallaban a unos tres metros de profundidad y a una distancia aproximada de cien metros de la orilla. Según rumores, son varios los cañones descubiertos, unos trece. Pero en realidad nuestra expedición sólo pudo apreciar ,la situación de tres de ellos. Uno casi en la arena y los otros dos sobre las bajas recubiertos con espesas hierba marina, pero bastante visibles desde la superficie.

Según se desprende de la lectura del artículo de Talavera Comas, reportero gráfico submarino en aquella aventura atlántica, aquel día se luchó desaforadamente para extraer algún cañón a la superficie, ante la expectación de una gran concurrencia. Pero todos los esfuerzos fueron inútiles dado que los cañones estaban perfectamente pegados al fondo y no querían ceder.

El 21 de Octubre de 1962

Aquel domingo otoñal habría de ser fructífero. Se tomaron fotografías y datos de posición de las piezas, que estaban perfectamente agrupadas, muy juntas unas de otras. También se pudo apreciar la presencia de unos aros y piñones, que se suponen puedan pertenecer a las mencionadas piezas, aparte de otros restos metálicos.

Cuenta el cronista que sobre la una de la tarde se dio la orden de que el pesado vehículo del Ejército del Aire con su doce toneladas de arrastre, tensara el cable que ya se encontraba atado a la pieza. Poco más tarde se izaba aquél cañón de 2,45 metros de largo y un peso aproximado de 700 a 800 Kilos.

Testigos de la hazaña

Además de los componentes de la Sociedad Subacuática de Hombres Ranas de Las Palmas que mencionábamos en nuestra edición de ayer, hubo una serie de testigos de excepción que hoy dan testimonio del hecho. Los submarinistas Miguel Angel Borges y Bernabé Cano Domínguez, el topógrafo Sr. Hernández Aguilar, el entonces Jefe Provincial del SEU, José Antonio García Álamo, quien también se sumergió para comprobar la importancia del hallazgo incluso el capitán Etayo y algunos miembros de la “Niña II”, a la sazón en nuestro puerto, visitaron el lugar.

Hipótesis del hallazgo

No se ha podido determinar la fecha y el motivo de la existencia de este tesoro histórico en aguas de la Playa del Burrero. Lo único cierto es que no son piezas del medievo. La hipótesis cercana a ala realidad es que los cañones datan del siglo pasado y que iban destinados a cubrir necesidades en un plan de defensa del Sur de la isla, quizás para el Castillo del Romeral o para la fortaleza de Gando. Por pobreza de medios o por algún fenómeno marino esas piezas anclaron en los fondos del Burrero.

Al César lo que es del César

Si bien aquellas personas que han llevado a cabo la extracción de las piezas restantes, no hace muchos días, merecen nuestro elogio, no menos lo merecen aquellos otros que iniciaron la consecución de la obra. Muy en especial deseamos resaltar dos nombres, los de D. Justo Cebrián Cazorrán y D. Tomás Cruz Alemán, quienes fueron, como queda dicho, más arriba, los primeros en denunciar públicamente y ante la autoridad competente el hallazgo de este tesoro histórico que ahora nos enorgullece. (1)

(1) Periódico ECO DE CANARIAS: (10 de Agosto 1968)

 

SOBRE LA EXTRACCIÓN DE LOS CAÑONES DEL BURRERO. Agosto, 16, 1968

Salgo al paso de ciertas informaciones que se han divulgado con todo lujo de detalles, la que se ha dado en llamar “Operación rescate”, de los cañones de la playa del Burrero. De verdad Sr. Director que admiro y aplaudo la labor tan meritoria y el interés que se ha tomado D. Vicente Sánchez Araña por la creación de un museo, en el que pretende recoger todo lo que de valor posible merezca la pena conservar y su posterior estudio aporte datos interesantes sobre las cosas e historia de Canarias, tan falta de base e incompleta, como lo es en sus principios.

Pero yo me digo: Si D. Tomás Cruz Alemán y D. Justo Cebrián Cazorrán pueden dar fe del descubrimiento, efectuado en su día con todo lujo de detalles, como cualquiera puede enterarse leyendo el reportaje publicado por este periódico el viernes 9 de Agosto, o consultar los aparecidos hace ya seis años cuando la noticia saltó a la prensa por primera vez. Y asimismo secundadas por todo el pueblo del Carrizal, para el que los cañones de su playa, habían llegado ser algo tan querido como su “Roque” o su piedra “guaisa” y casi todos los habíamos visto alguna vez (aunque con aspecto de cocodrilo de disimulados que estaban), ya que aquí no somos, hablando en buena lexicología canaria de “p'adentro” y sabemos nadar “ende chicos”. ¿Por qué?, me digo, y escribo, aparte del derecho de posesión material, si es que lo hay, que como no soy abogado ni mucho menos jurista del Ministerio de Marina, no sé a lo que puede obligar algunos documentos; se nos quita el derecho moral del reconocimiento como descubridor a un hijo de este pueblo y para colmo, “arrastrando por sota y malilla”” no dejan ni un triste recuerdo, aunque solo sea, como ha dicho alguien de por aquí, parta ponerlo en la plaza del pueblo.

Ahora puedo hacer constar que también por aquí se había pensado en la “costosa” extracción de los cañones de lugar donde dormían sus años de historia; pues aunque sin título ninguno, también por aquí hay quien se interesa por esas cosas y sean manos “profanas” lasa que pretendan siquiera un solo cañoncito para el futuro museo, y no tal parque de artillería que lo convirtiera en una auténtica fortaleza más que museo.

En cuanto a la réplica que se hace del reportaje del Sr. Rodríguez del Pino en este periódico y en el que sólo se hacen constarlos hechos y las cosas tal y como fueron sin adorno ni pretensión alguna, a que “revirarse como una panchona” y por qué meterse con los vikingos que en paz descansen, con los chinos (por si las moscas), con el descubrimiento de América y con la sonrisa de un entrevistado cómodamente sentado en un sillón. En cuanto al “duendecillo de la publicidad” a que se alude, no creo que haya tocado a nadie de este pueblo, porque hablando de publicidad ante un rescate efectuado tan “a la americana” me pregunto que quien saldrá más beneficiado. Sin pensarlo mucho lo será el pueblo del Carrizal. (1)

(1) Periódico EL ECO DE CANARIAS. Cartas al Director. Enviada por M.V.A. (Carrizal) el 11 de Agosto de 1968

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Cuadro de texto: 1 Los cañones, el 30/10/2014, en el patio del Museo Hao, en Sta. Lucía de Tirajana

Descripción: CanonesBurrero.jpg

https://www.canarias7.es/siete-islas/gran-canaria/sureste/la-playa-de-el-burrero-atesora-una-nave-corsaria-del-siglo-xviii-MK3815349

Canarias /. 09/03/2018

La playa de El Burrero atesora una nave corsaria del siglo XVIII

A tan solo unos cuatro metros de profundidad y a escasos ochenta metros de la orilla, la playa de El Burrero atesora, bajo la arena, una embarcación inglesa histórica hundida por la batería del fuerte de Gando hace unos trescientos años. Tras un sondeo subacuático de Patrimonio Histórico del Cabildo se han recuperado pipas, cerámicas, cubertería y sílex.

Tenemos sospechas que estamos ante una corbeta corsaria, de construcción inglesa, que tuvo un encuentro en la ensenada de Gando, donde fue cañoneado, y herido de muerte llegó hasta la playa de El Burrero». Así lo señaló ayer el arqueólogo sevillano especializado en intervenciones subacuáticas, Josué Mata Mora, quien tuvo a su cargo dirigir el sondeo del pecio.

El resultado del trabajo de investigación, llevada a cabo durante los pasados meses de enero y febrero en la costa del municipio de Ingenio , ha permitido determinar que a escasos treinta metros de la orilla, reposa esta embarcación del siglo XVIII.

El consejero de Cultura del Cabildo, Carlos Ruiz , acompañado del alcalde de Ingenio , Juan Díaz, y su concejala de Playas, Chani Ramos, visitaron ayer las dependencias de la sede del Club Náutico de El Burrero en el que están depositados algunos de los restos recuperados de este pecio hundido hace casi tres siglos y descubierto en 1962 por el buceador Tomás Cruz.

En el transcurso de esta quinta campaña que se desarrolla en este pecio, un equipo de tres personas dirigido por el arqueólogo Josué Mata Mora, invirtió un total de 120 horas de inmersión con la finalidad de delimitar sus restos y analizar el estado de conservación del maderamen que se había documentado en la campaña de 2008.

En esta campaña, donde la Consejería de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos del Cabildo ha invertido 18.000 euros, se buscaba determinar con precisión mediante el uso combinado de técnicas tradicionales (planimetría subacuática) y levantamiento fotogramétrico (Photoscan) la fecha posible del naufragio, así como la función de la embarcación, posible destino y pabellón del mismo.

La prospección se llevó a cabo a unos 3-4 metros de profundidad, en un fondo de arenas y piedra. Según los expertos, la cercanía de los restos a la costa y la escasa profundidad a la que se hallan han influido notablemente sobre este yacimiento. Erosión, expolio y antropización han sido una constante en la historia de este naufragio.

Descripción: https://www.canarias7.es/documents/1/0/900x706/0c100/900d506/none/11314/CUGN/image_content_3154991_20180308081606.jpg

Se sabe que desde los años 60 se han dado extracciones de 15 cañones de hierro fundido, 13 de los cuales se encuentran en propiedad de la familia Sánchez Araña, en Santa Lucía, y otro en Cartagena, Murcia. Estos cañones permite determinar que era un buque que tenía un uso militar, que era de bandera inglesa y procedía al parecer de Funchal, y que su misión era capturar el barco El Canario.

Mata Mora espera poder continuar con la investigación «porque aún queda definir procedencia, cronología, historia y algún nombre de los tripulantes», afirmó.

El consejero Ruíz y el alcalde Díaz anunciaron que en el lugar se instalara un panel informativo para dar a conocer la historia del barco.

Cubierto por arena

Este es el único barco que está hundido y se conserva parcialmente, esto último debido a que está cubierto de arena. Lo señalaba ayer el arqueólogo Josué Mata Mora, indicando que esas condiciones ha hecho posible que los organismos marinos no devoren el casco. «Se trata de una corbeta, de unos 30 metros de eslora y 15 metros de manga, de la que se conservan apenas unos 7 metros lineales», indicó. Se han recuperado piedras de sílex, que servían de lastre, fragmentos de vasijas de origen alemán e imitadas en Inglaterra , pipas de cerámica y cubertería de abordo.

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https://www.canarias7.es/canarias/gran-canaria/tomas-canon-siempre-burrero-20231022232409-nt.html

Tomás y el cañón, siempre en El Burrero

Ingenio nomina el paseo sur de la playa con el nombre de Tomás Cruz Alemán, maestro jubilado | En el acto se descubrió una réplica de uno de los 13 cañones de un pecio que este vecino halló en 1962

Gaumet Florido Ingenio Sábado, 21 de octubre 2023 | Actualizado 22/10/2023 02:00h.


«Tomás, ya te quedas para siempre en El Burrero». Así se lo repitió varias veces uno de sus vecinos nada más Tomás descubrió este sábado la placa con la que ya da su nombre al tramo sur del paseo costero de esta playa de Ingenio. Desde ahora pasará a llamarse Tomás Cruz Alemán, maestro jubilado y descubridor en 1962 de los 13 cañones de un pecio que el mar escondió durante varios siglos en El Burrero. El acto, fruto de un acuerdo plenario adoptado por unanimidad, vino con sorpresa.


Momento en el que se descubrió el letrero con el nombre de la calle. C7

El gobierno, encabezado por su alcalde, José López, y el primer teniente de alcalde, Rayco Padilla, sorprendió a Tomás y a los vecinos con el descubrimiento de una escultura réplica de uno de aquellos cañones. Fue realizada por Alberto Viera y aunque parece de hierro, está hecha con un mortero especial. Intervino también el cronista oficial de Ingenio, Rafael Sánchez Valerón, y dos hijos del homenajeado. Tomás, siempre humilde, solo habló para dar las gracias y recordar que no habría descubierto los cañones si Pedro Valerón, otro vecino, no le hubiera prestado sus gafas de buceo.


El alcalde, durante su discurso de homenaje a Tomás Cruz. C7