El Pecio del avión Douglas DC3 de Playa de Vargas


A pesar de encontrarse muy deteriorado y de faltar la totalidad del fuselaje, a -29 m. de la superficie, el pecio del Douglas DC3 de playa de Vargas es el más interesante de los aviones que pueden encontrarse, a profundidades recreativas, en las aguas de Gran Canaria. Pero es también un gran desconocido por las dificultades logísticas que plantea bucearlo. Inaccesible desde tierra y lejos de los centros de buceo, su visita suele exigir que, desde su puerto base, se desplace una embarcación a la rampa de Arinaga o al muelle de Taliarte. A causa de ello, este curioso pecio, no es visitado con la frecuencia que merece.
Este artículo, realizado combinando material propio con la información existente en la Red, hace un repaso a la historia de este DC3 y de su hundimiento, el 30 de Junio de 1971, proporcionando indicaciones a los buceadores que se animen a visitarlo.

Eduardo Grandío. Febrero 2014

Imagen mosaico de la planta del Douglas DC-3 Zorro 33. Desde el invierno de 2014 el ala de estribor se ha deteriorado notablemente.
Montaje realizado a partir de la combinación en mosaico de 13 imágenes capturadas de un clip de video obtenido mediante un sobrevuelo del pecio con una cámara GoPro (H3B, con filtro rojo SRP, a 2,7K/Protune ON/WB Cam Raw). Haz click en la imagen para verla con mayor resolución.

Vista en Google Earth. Localización del fondeo en el pecio.

El Douglas C-47 Skytrain o Dakota (DC3, versión militar). Construcción y Características.

Historia

El Douglas C-47 Skytrain o Dakota es un avión de transporte militar de la compañía Douglas, desarrollado a partir del Douglas DC-3, durante la Segunda Guerra Mundial. Su principal diferencia era el gran portón trasero que facilitaba la carga de objetos voluminosos y el salto de paracaidistas. Hasta 1945, más de diez mil aviones fueron producidos en las fábricas de Long Beach (California), Oklahoma y Santa Mónica, en Estados Unidos. El C-47 fue un trasporte vital para muchas operaciones de las fuerzas aliadas, en particular en las operaciones del Pacífico contra Japón. La versión modificada C-53 Skytrooper fue usada en Europa para transportar paracaidistas y remolcar planeadores.

Tras la Guerra, miles de aviones sobrantes fueron utilizados en todo el mundo para los más diversos usos, sobre todo en países pobres donde aún siguen volando. Sirvieron como cargueros, transporte de pasaje y hasta como hidroaviones.

Su tripulación constaba de tres personas (piloto, copiloto y navegante), y tenía una su capacidad de 28 paracaidistas, o 2,7 toneladas de carga con un volumen de hasta 31 metros cúbicos.

 

http://es.wikipedia.org/wiki/Douglas_C-47_Skytrain

Especificaciones (C-47B-DK)

Características generales:

Tripulación: 3
Capacidad: 28 soldados
Carga: 2.700 kg
Longitud: 19,43 m
Envergadura: 29,41 m
Altura: 5,18 m
Superficie alar: 91,70 m²
Peso vacío: 8.226 kg
Peso cargado: 11.793 kg
Peso máximo al despegue: 14.061 kg
Planta motriz: 2× motores radiales de 14 cilindros Pratt & Whitney R-1830-90C Twin Wasp.
Potencia: 895 kW (1 200 HP; 1 217 CV) cada uno.
Hélices: 1× tripala por motor.

Rendimiento:

Velocidad máxima operativa (Vno): 360 km/h (224 MPH; 194 kt) a 3.050 m de altitud
Velocidad crucero (Vc): 257 km/h (160 MPH; 139 kt)
Alcance: 2 575 km (1 390 nmi; 1 600 mi)
Alcance en ferry: 5 795 km (3 129 nmi; 3 601 mi)
Techo de servicio: 8 047 m (26 400 ft)
Régimen de ascenso: 9,5 min en alcanzar los 3.050 m

En este dibujo de planta y alzado de un DC3 de la Pan Am podemos observar perfectamente las características formas del avión y establecer una correspondencia con las partes del pecio. Este es el dibujo utilizado como guía superpuesta a la imagen mosaico. Pulsar en la imagen para más detalles y resolución.
Imagen de un C-47B Skytrain visto desde un ángulo que resulta ilustrativo para comprender la disposición del pecio de la Playa de Vargas. Pulsar en la imagen para ver en alta resolución.
 

Identificación.

Aunque en algunas fuentes aparece citado vagamente como "un aparato civil", este pecio está positivamente identificado como del avión militar "Zorro 33", un Douglas DC-3 (C-47B-10-DK), del 461 escuadrón, conocido como Los Zorros, del Ala Mixta nº 46, ubicada en la Base Aérea de Gando, Telde, Gran Canaria. Matriculado como T.3-37, lucía en sus costados los grandes numerales 461-33 separados por la escarapela nacional.

Constituida en 1965, en el Ala 46 han volado, durante más de treinta años, aviones T-6, DC-3, Saeta, F-5, Mirage F-1 y Aviocar C-202. El Ala nº 46 participó directamente en los conflictos saharianos de 1957 y 1975.

Actualmente el único superviviente del Ala Mixta 46 de Gando es el escuadrón 462, dotado de los poderosos F-18 Hornet, que constituye el primer medio de defensa y apoyo logístico aéreos en el Archipiélago Canario.

Apuntes para la historia del mítico avión DC-3 en España

DC-3 de Iberia. Al fondo, Barajas en construcción.

Aviación Civil, Iberia:

Los primeros aviones DC-3 que volaron para Iberia habían sido transportes militares de la versión C-47A. El 8 de noviembre de 1942, cuando una agrupación de la USAF volaba con paracaidistas desde Inglaterra a Orán para apoyar el desembarco americano en el Norte de África, en la célebre Operación Torch, tres de ellos, escasos de combustible, creyendo sus pilotos que se encontraban sobre territorio francés, aterrizaron en los aeródromos de Zeluán, Villa Sanjurjo (Alhucemas) y Tetuán, cuando, en realidad, lo habían hecho en los límites de la zona norte del Protectorado Español de Marruecos.

Los tres aviones y sus ocupantes quedaron internados por orden de la autoridad militar, aunque estos últimos fueron repatriados en febrero de 1943, a través de Gibraltar. El Gobierno de Franco negoció su adquisición en un precio de 100.000 dólares cada uno y el 10 de diciembre de 1943 se alcanzó un acuerdo con los americanos, siendo trasladados a Madrid ...

… Cuando acabó la Segunda Guerra Mundial se produjo un enorme excedente de aviones militares susceptibles de su reconversión en civiles. Para su comercialización, en Gran Bretaña se constituyó la entidad Air Disposal Co. y en EE.UU. una entidad paralela denominada Reconstruction Finance Corporation (RFC).

Iberia acudió reiteradamente a la citada RFC para adquirir un lote de 21 aviones, que luego se redujo a 16 y finalmente a cinco, al módico precio de 25.000 dólares cada uno, siendo entregados en Munich y EE.UU. Pertenecían al modelo C-53 Skytropper y llegaron en 1946, comenzando así la segunda generación de DC-3 de la compañía española.

Además de los cinco aviones citados, Iberia consiguió comprar al RFC otros cuatro aviones de la serie C-47A Skytrain, que llegaron en el transcurso de 1947 y se consideran la tercera generación de los DC-3 de Iberia.

Entre 1949 y 1955, la compañía española decidió ampliar su flota de DC-3 para sustituir a otras unidades más antiguas y ampliar su red comercial, encontrándose con la situación de que el inicio de la guerra de Corea había restringido considerablemente la posibilidad de adquirir aviones del “surplus” de guerra, por lo que tuvo que recurrir al mercado de segunda mano en Inglaterra, Holanda, Italia, Francia e Islandia. A esta nueva etapa, catalogada como la cuarta generación, corresponden ocho aviones.

….

En el citado año, Iberia recurrió de nuevo al mercado de los excedentes militares para cubrir las bajas de aviones DC-3 que se habían ido produciendo en su flota desde su aparición en 1944, iniciándose así la quinta y última generación de este modelo de avión que operó la compañía española, etapa en la que llegaron otros cuatro aviones.

Todos los DC-3 de Iberia eran de procedencia militar C-47, C-47A, C-47D y C-53, por lo que estaban propulsados por motores Pratt & Whitney -mientras que los civiles llevaban Wright Cyclone- y tenían el piso reforzado.

Los aviones DC-3 fueron la base de medio radio de acción de Iberia hasta la llegada en 1957 del Convair 440 Metropolitan, siendo entonces destinados a servicios domésticos y, al final de su vida operativa, algunos formaron parte del material de la Escuela de Pilotos. Fue el avión más numeroso de la flota entre 1946 y 1964, con un total de 24 unidades, ostentando el récord de treinta años en servicio. Ocho de ellos se perdieron en accidentes, otros trece fueron vendidos al Ejército del Aire y el último de ellos estuvo operativo hasta 1973.

DC-3 de Spantax, hundido en el Sauzal, Tenerife.

El pecio del Spantax EC-ACX en el Sauzal, Tenerife.

Fuente: ecosubtenerife.com

Aviación Militar, Ejército del Aire:

En marzo de 1947 el Ejército del Aire compró en Inglaterra, a través de Iberia, los dos primeros C-47 Dakota (T.3-1 y T.3-2), uno de los cuales se destinó a la Escuela Superior de Vuelo y el otro pasó al Grupo de Estado Mayor. Sin embargo, la mayor parte de los DC-3 militares llegaron a partir de mayo de 1956, después de la firma de los acuerdos de asistencia técnica y militar de EE.UU. En una primera etapa se cedieron cinco aviones en régimen de préstamo y entre mayo y diciembre de 1957 llegaron otros 17, es decir, 22 unidades que pasaron a depender del Ala 35 de Getafe.

Entre octubre de 1961 y marzo de 1963, ante la negativa de la USAF de ceder más aviones como parte de la "ayuda americana", hubo que recurrir al mercado civil de segunda mano, comprando directamente en EE.UU. otros 30 aviones, a la Charlotte Aircraft Corporation, procediéndose a la sustitución de los trimotores Junkers Ju-52 de la Escuela de Polimotores de Jerez y la creación del Ala 37 de Transporte con base en Los Llanos. Otros DC-3 serían asignados a la Escuela de Paracaidistas de Alcantarilla y la Base Aérea de Gando.

Los últimos DC-3 militares fueron once aviones procedentes de Iberia, entregados entre diciembre de 1965 y abril de 1967, con lo que, en total, suman 67. La presencia del DC-3 militar (T.3) con base en Gando se remonta a junio de 1970, cuando llegaron los cuatro primeros aviones del Ejército del Aire destinados a Canarias, (T.3 52, 45, 51), aunque con anterioridad, como es obvio, este modelo de avión había estado en las islas en misiones de transporte y traslado de autoridades. En el escuadrón 461 sirvieron otros 24 T.3, entre ellos el T.3-37, cuyos restos permanecen sumergidos frente a la Playa de Vargas. Los Dakota continuaron operando en la Base de Gando hasta la retirada del último de ellos, el T.3-4, en marzo de 1976.

Extractado y corregido de: http://www.puentedemando.com/apuntes-para-la-historia-del-mitico-avion-dc-3-en-espana-1/

http://www.puentedemando.com/apuntes-para-la-historia-del-mitico-avion-dc-3-en-espana-2/

Juan Carlos Díaz Lorenzo


Imagen en vuelo del Zorro 27, un Douglas DC3 del escuadrón 461 del Ala 46, hermano y compañero de fatigas de nuestro pecio, el Zorro 33.

Fuente: Salvador Tomás Rubio

En diciembre de 1970 ya había nueve unidades y un año después eran 16 aviones los que estaban destacados en Gran Canaria. Este grupo de aviones relevó progresivamente al histórico Junkers Ju-52 (T.2B), que había participado en 1957 en la guerra de Ifni, lo que dio origen a la creación del Ala de Transporte 46 y con ella el 461 Escuadrón, heredero de la 11ª Escuadrilla, que se trasladó a la Base de Gando.

El T.3-39, otro de los C-47 comprado en el lote de la Charlotte Aircraft Corporation.

Fuente: Revista Aeroplano

EL HUNDIMIENTO DEL ZORRO 33

Unos minutos después del trágico amerizaje despegó de la Base Aérea de Gando un helicóptero del Servicio Aéreo de Rescate que, tras largo esfuerzo, consiguió rescatar del duro oleaje tres de los cinco tripulantes, uno de los cuales había perdido la vida. De los otros dos no se encontró pista alguna. Un remolcador de la Armada continuó con las tareas de búsqueda. Varias horas estuvo rastreando la zona inmediata al lugar del suceso sin resultado positivo alguno. Entrada la noche, regresó. A la mañana siguiente, del día 1 de julio, a las ocho de la mañana, se reanudaron los rastreos con dos remolcadores, RA-2 y RA-5 que llevaban a bordo varios buceadores y marineros del Ejercito del Aire.
Según una testigo presencial del siniestro, al avión se le partió un ala y enseguida se hundió. Según contaron los tripulantes del avión, después de precipitarse e impactar contra el mar, el aparato se hundió sobre su plano izquierdo, emergió y se mantuvo en la superfcie durante unos minutos y volvió a hundirse definitivamente. La carga que transportaba se diseminó, lo que impedía la visibilidad en el interior del mismo.

Revista Aeroplano año 2013, nº 31.

Otros Aviones en los fondos de Gran Canaria.

Además del avión de Playa de Vargas, hace bastantes años que, en Gran Canaria, se conocen varios pecios de aeronaves. Los más espectaculares son los restos de otro DC-3 (También la versión militar C-47) hundido en Arguineguín a -65 m. de profundidad, que conserva casi intacto su fuselaje.

También en el sur de la Isla, cerca de Veneguera, reposa un Texan T-6 artillado a 63 metros de la superficie. De mucha menor entidad son los restos de un Fiat CR-32 Chirri, a -55m. y los de una avioneta Piper, en Puerto Rico, que sí está al alcance de los buzos recreativos, a sólo 35 m.

http://pellagofio.es/reportajes/9316/

Un gran cardumen de roncadores rodea al pecio.

INMERSIÓN EN EL DC3

ACCESO:
El Zorro 33 se encuentra en la costa del Sureste de Gran Canaria, a tres millas náuticas de la rampa de botadura de la Playa de Arinaga (3,63 nm., hacia el norte, doblando la punta de Arinaga) y a algo más del Muelle de Taliarte, que ofrece mejores condiciones para el acceso de los buceadores a la embarcación (6,58 nm., hacia el Sur, doblando la Punta de Gando y su conocida Baja). Desde cualquiera de los dos puntos el acceso es complicado, pues ningún centro de buceo opera regularmente en este pecio.

También puede bucearse el avión desde una embarcación propia, el fondeo no suele resultar difícil porque las corrientes en general no son muy fuertes.

CONDICIONES:
La zona es muy ventosa en verano, por lo que la primavera y el otoño son las épocas ideales respecto al viento. Al margen del viento, el factor determinante de las condiciones de buceo son las corrientes. Por ello es importante elegir días de mareas pequeñas y bucear con o cerca de la hora del repunte de marea. De todas formas, a pesar de encontrarse sobre un conocido spot de Wind Surf, es una inmersión algo menos expuesta a las corrientes que otras de los alrededores.

Dos tembladeras (raya torpedo o raya eléctrica).

Video buceando con los compañeros del club Los Pecios en el pecio del Douglas DC3.

Realizado con una cámara GoPro H3 Black, luz natural, filtro SRP Blurfix3, UHD 2,7K, 30 fps., Protune, WB a CamRaw y montado con Sony Vegas a HD1080. Música de Ignacio Nuñez, en www.jamendo.com.

ENTRADA:
La entrada es directa, con bajada por el cabo de fondeo. Las condiciones del mar y la fragilidad de las estructuras de aluminio del pecio recomiendan evitarlas y utilizar un ancla con buen agarre sobre la arena, fuera de los restos. Esto puede hacer que el ancla falte al fondeo y comience a garrear sobre la arena, por lo que el descenso ha de hacerse siempre agarrado al cabo,. De esta forma si la embarcación se zafa, los buceadores derivan con ella.
Han de tomarse las precauciones habituales para no ser golpeado por el casco de la embarcación si hay oleaje y para no ser arrastrado por la corriente. Una vez en el fondo debe asegurarse el fondeo y colocar el globo.

SALIDA:
La subida se realiza por el fondeo. Una vez que todo el grupo está agarrado al cabo el guía libera el ancla de los restos del pecio y la coloca sobre la arena, corriente abajo del pecio, de forma que pueda garrear libremente, luego hincha ligeramente el globo y comienza el ascenso por el cabo con la embarcación derivando en mayor o menor medida en función de la corriente.

Motor de estribor.

EL PECIO:
El Zorro 33 reposa en un fondo de arena a -29m., muy deteriorado. Falta completamente el fuselaje y los restos se limitan a las dos alas, el cantilever que las une, las góndolas de los dos motores y la cola.
Los temporales y el paso del tiempo van haciendo mella en los restos, que cada vez, se encuentran más deteriorados. Aún así, lo intrincado de las estructuras resulta ideal para guarecer la vida marina.

Perfil típico de inmersión con Nitrox 32% en el Avión, con un sobrevuelo a -23m. para filmar el mosaico.

RECORRIDOS:
Al pecio descansa con rumbo 180º, paralelo a la línea de costa, más o menos en la orientación en la que volaba en el momento del accidente. Dadas sus pequeñas dimensiones, no es relevante donde caiga el fondeo, aunque el trayecto puede variar, en general, lo más recomendable es dirigirse, al principio, hacia los alrededores, buscando angelotes y chuchos, al tiempo que se disfruta de las nubes de roncadores, para después centrarse en los restos, examinándolos minuciosamente para localizar la inmensa variedad de animales de pequeño tamaño que se ocultan en cada pliegue o agujero. Es conveniente ayudarse con una linterna o pequeño foco. Los recorridos forzosamente son cortos, hablamos de 29m. de envergadura y no hay posibilidad de penetraciones. Esto da una inmersión muy relajada especialmente recomendable para los amantes de lo pequeño.

El avión es relativamente profundo, por lo que, usando aire, los tiempos de fondo sin descompresión son limitados y un Nitrox 32 es altamente recomendable. Dado que es un pecio completamente aplanado, es importante gestionar bien las profundidades para no tener que salir con la botella llena o incurrir en largas paradas.

La sección de cola.

El motor de Babor .

VIDA:
La vida en el pecio del Zorro 33 es mucho más abundante y variada de lo que podría esperarse por la pequeña masa del pecio. Esto se debe a que es la única referencia en medio de un inmenso y desértico arenal, por lo que, como muchos otros arrecifes artificiales, actúa como un agregador de vida. Los restos se hallan envueltos en una espesa nube de roncadores que se complementa con el conjunto habitual de residentes canarios (sargos, viejas, salmonetes, rascacios etc..).

En la arena es frecuente ver elasmobranquios, chuchos (pastinacas), ratones (rayas águila), angelotes (tiburon ángel) o tembladeras (raya torpedo) y entre los recovecos de los restos, que sirven de refugio a pequeños peces y alevines, abunda la fauna de pequeño tamaño, desde gambas y cigalas a nudibranquios, flavelinas y multitud de anémonas y crinoideos.

Es frecuente ver grupos de jureles, medregales, bicudas o pejereyes y, en la arena, pueden aparecer chuchos, mantelinas y angelotes. No es raro ver langostas canarias camufladas entre las planchas del pecio, a las que se adhieren anémonas y gorgonias en las que pueden verse flavelinas y nudibranquios.

 

 

 

 

Vista general del pecio.

Estado del pecio en 2023. Más deteriorado, pero cubierto de roncadores y besuguitos, aparte de otras especies.