Naufragios en la costa de Telde (XV): ‘Andrea' (1970)


El portacontenedores Alemán Andrea

Hacía ya veinticuatro años que el buque "Monte Isabela" encalló en la “baja de Gando”, y en aquellas aguas quedó sepultado para siembre. Fue el último barco "grande" que yacía en aquel "cementerio de buques"; pero en aquel verano de 1970 la historia estuvo a punto de repetirse. El fondo marino del lugar, que constituye una dramática exposición de restos de naufragios, no pudo añadir a su lista al Andrea.

El Andrea

El Andrea era un barco portacontenedores que navegaba bajo bandera alemana, habiendo entrado en su actividad hacía muy poco tiempo. Este buque se encontraba fletado por la compañía "Chargeurs Reunis", la misma a la que perteneció el legendario Ville de Pará hundido en aguas de Gando como consecuencia de haber chocado contra la “Baja” aquel ya lejano 10 de octubre de 1884. Eran sus consignatarios en Las Palmas la firma "Hijos de A. Conde".

Singladura

Navegaba desde el puerto de Burdeos con destino a Abidjan (Costa de Marfil) llevando carga general.

El accidente

Cuando navegaba por aguas de Gando, en una de sus maniobras tuvo la mala fortuna de tocar fondo, al tropezar con la “Baja” cuando aproximadamente eran las tres de la tarde de un sábado once de Julio 1970.

El encontronazo se había producido hacia la mitad del buque que acusando el golpe quedó momentáneamente sin rumbo.

Ante la inesperada situación, la tripulación se dio a la tarea de localizar una posible vía de agua, pero en los primeros momentos no había síntomas de tal percance. Viéndose en tan anómala situación, lanzó un mensaje de auxilio que fue recibido por el remolcador alemán Baltic que navegaba por las cercanías remolcando la plataforma gigante (especie de isla artificial flotante) de bandera panameña "Sedco Gusto", después de haber salido del Puerto de la Luz. Viendo la situación apurada del Andrea decidió regresar de nuevo a Las Palmas para fondear en la Dársena Exterior la plataforma, saliendo al encuentro del portacontenedores. Ayuda que no fue necesaria ya que en su desesperado intento por salir de tan comprometida situación y forzando las máquinas el Andrea consiguió salir de la “Baja” por sus propios medios. El buque germano regresó al puerto de La Luz, entrando sobre las nueve de la noche del mismo día quedando fondeado en el exterior.

El Andrea tuvo suerte por aquello que estaba en la mente de los marinos: “ la baja de Gando cuando atrapa, no suelta ” y de nuevo los comentarios repetidos durante siglos sobre que el paso entre la “Baja” y “tierra” estaba bastante claro; pero lo cierto era que la “Baja” seguía atrapando barcos.

Daños

La tripulación del Andrea se dio inmediatamente a la tarea de comprobar los daños del casco, pero estos no tenían la importancia que se temió en un principio, tan solo unas abolladuras en las inmediaciones de la quilla. Ante esta circunstancia, el capitán, que era hijo del armador, decidió marchar en la mañana del lunes 13 de Julio con destino a Lisboa con el fin de proceder a reparar los daños sufridos en el casco, suspendiendo el viaje con destino a Costa de Marfil.

Rafael Sánchez Valerón es cronista oficial de Ingenio.