Naufragios en la costa de Telde (XXIV): 'Sun Warm Nº6' (2005)


El Sun Warm Nº 6 encallado en Hoya del Pozo (Foto Canarias7)

Artículo publicado por Rafael Sánchez Valerón en TeldeActualidad. Lunes, 15 de septiembre de 2014 Tiempo de lectura: 7 min

Acontecimiento novelesco

El “Sun Warm nº 6” iba a adquirir cierta popularidad, no por haber encallado, que ya resultaba cotidiano en nuestras costas, sino por la odisea de su naufragio, precedida de unos acontecimientos dignos del mejor guión cinematográfico de una de las tantas películas “de barcos” con las que nos hemos deleitado.

El “Sun Warm nº 6”

De bandera filipina, estaba destinado a la pesca del atún. Medía 55 metros de eslora y 8 de manga. Consignado en Las Palmas por Canary Inter Tuna S.L., transportaba unas 50 toneladas de atún procedente de la pesca realizada, con un lastre de 140 toneladas de gasoil aproximadamente y unos 1.000 litros de aceite. Su tripulación la componían 30 tripulantes (veintitrés chinos, cinco vietnamitas y dos taiwaneses).

Una de piratas: robo y secuestro en alta mar

Con toda normalidad, navegaba nuestro protagonista por aguas del Atlántico, con dirección a Las Palmas, donde tenía su puerto base, para descargar sus capturas tras faenar en aguas africanas; pretendía efectuar una escala en Gran Canaria para avituallarse y posteriormente dirigirse hacia Ciudad del Cabo. Fue el 24 de enero de 2005 cuando el segundo oficial Wang Lu Ling y el marino Zhao Xiahong, de 27 y 20 años de edad, tripulantes del barco, ciudadanos de la República Popular China, habiéndose puesto previamente de acuerdo, se dirigieron al puente de mando y tras reducir al capitán lo ataron a una hamaca y le sustrajeron ropa y otros efectos personales, exigiéndole el pago de 8.300 dólares y que les indicase como poner rumbo a Las Palmas de Gran Canaria. Luego ataron de pies y manos al jefe de máquinas y portando un cuchillo exigieron que se les diese el dinero. Los dos marinos reducidos fueron encerrados en una de las dependencias del barco donde atados de pies y manos estuvieron hasta el 31 de enero, restringiéndoles el alimento y la bebida, poniendo al alcance de los secuestrados una botella para orinar en ella, advirtiendo al resto de la tripulación que se abstuvieran de ayudarlos.

Embarrancamiento del buque, apresamiento de los secuestradores y rescate de los marinos

El día 31 de enero, el buque llegó hasta las proximidades de Hoya del Pozo (entre la playa del Hombre y La Garita) en el municipio de Telde. Después de bloquear con cuerdas el camarote donde se hallaban retenidos los dos marinos, encallaron el barco sobre las tres de la mañana y lo abandonaron en una lancha neumática, llevando consigo uno de ellos en su ropa interior el dinero. Los dos marinos retenidos fueron liberados por el primer oficial y el resto de la tripulación. Cuando los huidos se encontraban junto a la lancha en una zona de piedras cerca de la playa, ante la presencia de funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía de Telde, que habían llegado al lugar en un coche patrulla, alertados por vecinos del litoral, intentaron esconderse y luego emprender la huida, siendo detenidos, pese a la fuerte resistencia que opusieron, encontrándose en sus bolsillos 50 billetes de 100 dólares. De allí fueron trasladados a Comisaría, siendo puestos a disposición judicial en Telde. Por mar, llegaron el Salvamar Nunky y el remolcador Boluda, este último con agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) a bordo, así como el helicóptero Helimer de Salvamento Marítimo, quienes rescataron a los 28 tripulantes que seguían en el buque, evacuándolos al muelle deportivo de Las Palmas y alojados indistintos hoteles. Los cautivos, capitán y jefe de máquinas, fueron trasladados al hospital Doctor Negrín, por haber sufrido policontusiones, erosiones y hematomas en muñecas y tobillos que tardaron varias semanas en curar. La compañía consignataria tenía previsto repatriarlos.

Estado del barco y hundimiento

Con mar en calma, el encallamiento se produjo en un zona rocosa quedando el buque en posición normal, escorado de estribor. Ya en la tarde del mismo día (lunes) al subir la marea, comenzó a moverse, apreciándose algunas vías de agua y la pérdida de una pequeña parte del combustible por lo que las autoridades marítimas decidieron alejarlo de la costa urgentemente al encontrarse en una zona sensible con piscifactorías, centro tecnológico de Taliarte y varias playas en las cercanías. Durante el tiempo que estuvo encallado, un inmenso gentío lo contemplaba desde la cercana avenida. Por la tarde se logró desembarrancarlo y al día siguiente sobre las 17.00 horas, el pesquero, remolcado por el buque de Salvamento Marítimo Boluda Mistral, ya se encontraba a unas cinco millas de distancia, estudiándose su traslado al Puerto de la Luz, tras ser remolcado toda la noche. Afectado por la vía de agua en el casco a la altura de la zona de máquinas terminó por hundirse sobre las 11,30 a unos 600 metros de profundidad al S.E. de Gran Canaria a unas 6 millas (11 km. de distancia).

La instrucción y el juicio

En sus primeras declaraciones los dos acusados de secuestro (originarios de China), justificaron su acción ante el resto de la tripulación por un súbito y supuesto ataque de enajenación mental del máximo responsable de la embarcación. El juez instructor (Juzgado de Instrucción nº 3 de Telde) ordenó su ingreso en la prisión provincial de Salto del Negro. Al parecer, con la cantidad incautada pretendían subsistir en territorio español, ya que la intención de ambos era la de no regresar a su país de origen. De los 8.000 dólares sustraídos al capitán, los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía recuperaron 5.400. Se sospechaba que el resto del dinero pudo haber desaparecido en el mar cuando trataron de acercarse a tierra en una embarcación ligera. El ministerio fiscal solicitó una condena de veinte años de cárcel para cada uno de los dos marineros por cuatro delitos diferentes: robo con violencia (tres años y medio), dos delitos de detención ilegal (10 años), dos delitos de tortura (dos años y medio), así como desobediencia leve con falta de maltrato de obra. Tendrían que indemnizar 1.000 euros por sus pertenencias que se perdieron. El abogado defensor negó que los hechos fueran constitutivos de delito y pidió la libre absolución.

La empresa propietaria de buque renunció a la indemnización por la pérdida del pesquero El juicio comenzó el 2 de noviembre en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas en el que uno acusaba al otro por lo que la Sala suspendió la vista, pues el mismo abogado defendía a los dos por lo que el colegio de Abogados debía nombrar un abogado diferente para cada uno; además la empresa consignataria no presentó al testigo principal. La defensa pidió la absolución argumentando miedo insuperable, mientras que uno de los abogados alegó que el delito se había cometido en alta mar y por tanto los tribunales españoles no eran competentes.

La sentencia dictada el 16 de febrero de 2006 condenó a los dos acusados como autores de dos delitos consumados de detención ilegal a la pena a cada uno de ellos de cuatro años de prisión por cada uno de los delitos, siendo absueltos de la falta de malos tratos, habiendo sido declarados insolventes. Se da el caso curioso que en la instrucción sumarial se les puso el nombre de Darío a Zhao Xiahong y Andrés a Wang Lu Ling. Al capitán y jefe de máquinas se les asignó Luis Carlos y Mariano.

Rafael Sánchez Valerón es cronista oficial de Ingenio.