Naufragios en la costa de Telde (XXXVIII a XLIII): 'Spyros', 'Salamis', 'Emma Laurans',
'Donitos', 'Kediri' y 'Emilia', hundidos por U-Boats Alemanes. (1916)
Incluimos aquí seis artículos, unos más breves que otros, referidos a seis hundimientos producidos en 1916, en plena Primera Guerra Mundial, por ataques de submarinos alemanes (U-Boats) en el Sur de Gran Canaria. El hundimiento de distintos barcos, especialmente de carga, en aguas canarias responde al momento histórico que se vivía en 1916 en pleno desarrollo de la llamada Gran Guerra, con la presencia de submarinos alemanes con la misión de hostigar a los barcos con destino o procedentes de Europa relacionados con países aliados, con cargamento que se consideraba lesivo para los intereses de Alemania, sin tener en cuenta, en muchos casos, su nacionalidad o si pertenecían o no a paises beligerantes. En el trabajo que nos ocupa, los sucesos se desarrollaron en aguas españolas en territorio canario a pesar de su neutralidad, con actuaciones ambiguas de sus autoridades en relación a una cierta inclinación germanófila, con permisividad hacia las actuaciones de los submarinos, no entendida por la población canaria en un momento de graves dificultades económicas y sociales provocadas por un elevado paro en su población, disminución de las exportaciones y aislamiento de sus puertos en razón al peligro que suponía navegar por sus aguas. La mayoría de las intervenciones de los sumergibles alemanes se desarrollaron en los últimos meses de 1916, en el ecuador de la Primera Guerra Mundial, consistiendo en la detención, revisión de la documentación, destino y revisión de la carga. Si la oficialidad de los submarinos consideraba que todo estaba en orden, el barco intervenido seguía su ruta, en caso contrario se procedía a su hundimiento con cañonazos, torpedos o cargas, después de poner a la tripulación a salvo en botes. No conocemos ninguna víctima de estos encuentros. |
Bote español junto a un submarino alemán en aguas canarias |
---|
Artículo publicado por Rafael Sánchez Valerón en: http://www.cronistasoficiales.com/?p=225018 el Domingo 21 de Julio de 2024. El Spyros Buque de vapor de cabotaje de nacionalidad griega, llamado con anterioridad Assimacop . Construido en el año 1915 en los astilleros de los señores W. Doxford e Sons de Sunderland , desplazaba 3357 toneladas brutas y 3176 netas. Pertenecía a la Compañía E.E. Ambatieles del puerto de Andros (Grecia). Estaba registrado en el Lloyd con el número 1586. Venía consignado a la casa Grand Canary Company y era muy conocido en estas aguas, identificado claramente por una estrella blanca en la chimenea. El hundimiento Con 6.540 sacos de maíz argentino en sus bodegas, viajaba con destino a Hull (Inglaterra). En la tarde del 6 de diciembre de 1916, navegando por aguas canarias fue detenido sobre las seis de la tarde al sur de Maspalomas por un submarino alemán, pasando a bordo varios tripulantes del sumergible, procediendo a revisar la documentación del carguero, permaneciendo en el mismo el resto de la tarde y toda la noche. Al considerar que llevaban a bordo contrabando, a las cinco de la mañana la tripulación fue conminada a abandonar el vapor con algún equipaje, víveres y documentación, pues iban a echar el buque a pique. A bordo de un bote fueron remolcados hasta siete millas de Melenara. Durante el tiempo que los alemanes estuvieron a bordo del Spyros , pidieron que se les diera de comer de lo mejor, despidiéndose posteriormente con vivas al rey Constantino de Grecia. El Spyros se hundió después de recibir dos disparos de cañón, sobre las 9 y media de la mañana, a una distancia aproximada de 30 millas de Maspalomas (algunas fuentes señalan 50 millas) . En el momento que el barco se hundía apareció en el horizonte otro vapor, al parecer, el Niriptos, también griego que llevaba un cargamento de carbón para Dákar, al cual se dirigió rápidamente el submarino, oyéndose poco después un cañonazo, llegándose a suponer que por el submarino se le autorizó a continuar su ruta. Según testimonio de los tripulantes, el submarino desplazaba unas 1.000 toneladas y era uno de los tres que se encontraban en estas aguas. El saqueo Algunas personas se apoderaron de objetos del barco siniestrado arrojados a la orilla. Se da el caso curioso que en enero del año siguiente el Ayuntamiento del Ingenio se vio en la necesidad de abonar la suma de seis pesetas a los dueños de las bestias que condujeron hasta Telde a los vecinos Pablo García Herrera y Juan Macías Quevedo que debían llegar a Las Palmas para comparecer ante las autoridades de marina acusados de apropiarse de salvavidas y otros enseres pertenecientes al vapor griego hundido. A finales de diciembre, La guardia civil del puesto de Telde dio cuenta de la detención y captura de los vecinos Juan Marrero Negrín y Diego Artiles Jiménez, por considerárseles autores de los daños y robo de material de salvamento perteneciente a unos náufragos del vapor griego. Los náufragos Una barca pescadora había partido al encuentro de dos botes con los náufragos. Una vez a su altura, comunicaron su negativa a venir con ellos diciendo que iban hacia Las Palmas y que solo querían que se diera aviso a la consignataria de D. Francisco Morales para que enviaran un remolcador. Desde la Comandancia de Marina se mandó en el acto un remolcador con personal y víveres enviados por la consignataria. Auxiliado por el bote explorador del crucero español Princesa de Asturias encontraron los dos botes con los náufragos con un total de 29 tripulantes, incluido el capitán, a las tres y media de la tarde del miércoles 7 de diciembre siendo recogidos frente a Arinaga por la exploradora del crucero Príncipe de Asturias y por el remolcador Gando , para ser remolcados al Puerto de la Luz, dándose el curioso caso que al pasar el remolcador con los náufragos junto a uno de los buques alemanes refugiados en el puerto, uno de ellos saludó a los germanos que estaban a la borda del navío teutón, quitándose el sombrero, acción por la cual un compañero griego le propinó un puñetazo en la cara que le dejó bañado en sangre a la vez que le decía: ¡ a esos malditos no se saluda! . Estancia de los náufragos en Las Palmas El Delegado del Gobierno en Las Palmas junto al Comandante de Marina se desplazaron al Puerto para recibir y atender a los náufragos que ya se encontraban en la Comandancia de Marina prestando declaración en presencia del cónsul de Grecia don José Hernández Sánchez. Los náufragos mostraron en todo momento su agradecimiento a las autoridades por las atenciones dispensadas. Más tarde fueron alojados en el Hotel Rayo. FUENTE: R.S.V. |
Rafael Sánchez Valerón es cronista oficial de Ingenio. |
Faro de Maspalomas. Situado en el extremo meridional de Gran Canaria, fue puesto en servicio en 1890 y al igual que el Lazareto de Gando dio cobijo a muchos náufragos |
---|
Artículo publicado por Rafael Sánchez Valerón en: http://www.cronistasoficiales.com/?p=225120 el Martes 23 de Julio de 2024. El Salamis El Salamis era un buque de carga de nacionalidad griega de 6300 toneladas de desplazamiento. Había partido de Cardiff con un cargamento de carbón el día 30 de noviembre de 1916 con dirección al puerto de Montevideo. Después de efectuar la descarga se dirigió al puerto de Buenos Aires a cargar cereales, emprendiendo el viaje de regreso con rumbo a Las Palmas, para llegar a aguas del sur de Canarias un domingo 10 de diciembre siguiente. Cuando se encontraba al S.O. de Gran Canaria, cerca del Hierro, sobre las 7,30 de la mañana, previo aviso con un disparo de cañón con pólvora seca, fue detenido por un submarino alemán, que pidió que en un bote se le llevara la documentación del barco, pasando luego varios oficiales del sumergible al bordo del vapor griego, obligando a arriar la bandera griega, izando una bandera alemana en su lugar. A bordo del barco retenido almorzaron y tomaron algunas copas que ellos mismos se servían, permaneciendo a bordo treinta horas. Durante ese tiempo, el joven comandante del submarino, formuló muchas preguntas a los griegos, extrañándose de no ver ningún buque de guerra por aquella zona. Los alemanes obligaron a los griegos a abandonar el Salamis, procediéndose al remolque de tres botes con la tripulación griega con sus correspondientes equipajes por el submarino hasta las cercanías de la costa, volviendo a dirigirse al lugar donde quedó el Salamis con varios marineros alemanes a bordo. Amarrado a la popa, el Salamis puso rumbo hasta algunas millas de la costa de Maspalomas en la tarde del miércoles 13 de diciembre de 1916, donde lo hundieron cañoneándolo, argumentando que el hundimiento se debía a que el vapor llevaba carga a Montevideo consignada a casa inglesa. A su llegada a tierra los náufragos fueron auxiliados por los torreros del Faro de Maspalomas que los obsequiaron de manera desinteresada con provisiones y ropa. Remolcadores llegados del Puerto de la Luz, condujeron a Las Palmas a los náufragos a donde llegaron a las ocho de la noche, haciéndose cargo de su presencia la casa Miller y el Consulado de Grecia, siendo alojados convenientemente. La prensa de Las Palmas denunció en sus páginas hechos graves ocurridos con los botes del Salamis por parte de personas sin escrúpulos, razón por la cual el Delegado del Gobierno Sr. Luengo dio órdenes a la Guardia Civil del puesto de Santa Lucía para vigilar las playas de Maspalomas y proceder contra los responsables. FUENTE: R.S.V. |
Rafael Sánchez Valerón es cronista oficial de Ingenio. |
Emma Laurans |
---|
Artículo publicado por Rafael Sánchez Valerón en: http://www.cronistasoficiales.com/?p=225270 el Jueves 25 de Julio de 2024 . El Emma Laurans El Emma Laurans era un barco de vela de tres palos con casco de acero y 2.300 toneladas de registro, con matrícula de El Havre. Fue construido hacía 12 años y navegaba bajo el mando del capitán Mr. Garnier con una dotación compuesta de tres oficiales y dieciocho marineros. El día 10 de diciembre de 1916, a las ocho de la mañana, al encontrarse navegando al sur de la isla del Hierro, un submarino alemán lo intimidó con disparo de cañón para que parase. El capitán fue obligado a pasar a bordo del submarino con la documentación y una vez comprobada y reconocida la carga y habiéndose hecho cargo de la misma los oficiales del submarino, se le dio orden de regresar al barco acompañado de un oficial y varios marineros que se hicieron cargo de la embarcación, poniendo rumbo a Gran Canaria bajo su escolta, A las doce del día siguiente después de trasvasar cuatro toneladas de agua al sumergible, así como víveres, se dio órdenes a la tripulación de embarcarse en lanchas, dirigiéndose al submarino donde se les hizo entrar. Al poco tiempo sonaron cuatro cañonazos, los precisos para que el Emma Laurans se hundiera (algunas fuentes hablan del uso de explosivos). En el submarino permanecieron retenidos hasta el día once, a las dos de la tarde en que fueron desembarcados frente a Maspalomas a unos trescientos metros aproximadamente del faro. Después de efectuado el desembarco se alejó el submarino a una milla aproximadamente, quedando fondeado hasta la noche. Durante ese tiempo se entretuvo la marinería alemana en lavar tranquilamente sobre cubierta sus ropas con jabón que tomaron del barco hundido. Los torreros del faro atendieron a los 43 tripulantes del submarino y 21 del buque francés lo mejor que pudieron y mandaron un propio al consulado francés. Tras una penosa travesía, pues estaba el mar muy fuerte, haciéndose imposible aproximarse al faro, los náufragos se vieron precisados a caminar a lo largo de la costa unos siete kilómetros, embarcando en el Grand Canary por una playa de arena que formaba una pequeña ensenada. Muchas personas del sur se agolpaban en las orillas viendo todas las operaciones de recogida de los náufragos. Al dirigirse al puerto pasó muy próximo a ellos el cañonero Laya , cambiando saludos. El capitán del submarino Hans Walther había pedido a la tripulación del Emma Laurans que dijeran a la prensa local que “los alemanes no eran unos bárbaros”. El histórico remolcador Gran Canaria. Participó en las labores de rescate de los náufragos del Emma Laurans. Fue muy conocido al formar parte del rodaje de la película Moby Dick en Gran Canaria en 1956 El submarino SM U-52 Sumergible alemán, tipo U51, medía 62 metros y desplazaba unas 1060 toneladas. Dotado un cañón de 88 milímetros, una ametralladora y 6 torpedos. Con capacidad para 36 tripulantes, entró en servicio el 16 de marzo de 1916. Bajo el mando del capitán Hans Walther operó en aguas canarias. En su historial de operaciones consta 32 hundimientos y 5 buques dañados, de los cuales uno tenía bandera española, el Cabo Blanco , que resultó dañado cuando navegaba al sur de la península ibérica. Maqueta de un submarino tipo U-51 Torreta del submarino alemán U-52 a la vista de otro FUENTE: R.S.V. |
Rafael Sánchez Valerón es cronista oficial de Ingenio. |
Ensenada del Perchel. Lugar donde fue hundido el Donitos |
---|
Artículo publicado por Rafael Sánchez Valerón en: http://www.cronistasoficiales.com/?p=225440 el Domingo 28 de Julio de 2024 . El Donitos El Donitos era un carguero de vapor de nacionalidad griega que había estado en el Puerto de la Luz reparando averías, marchando posteriormente para Dakar con un cargamento de carbón con una tripulación compuesta de 32 hombres, además de la esposa del capitán. En la mañana del día 14 de diciembre de 1916 fue hundido en aguas del sur de la isla, frente a Maspalomas. Acontecimiento que se encargó de difundir en Las Palmas un propio del pueblo de Arguineguín. De forma inmediata partió para el lugar del suceso el remolcador de los señores Miller con objeto de recoger a los náufragos. Versiones de pescadores de aquellos parajes, indicaban como lugar del suceso la playa de los “Percheles”, situada entre Mogán y Veneguera, ya en el suroeste de Gran Canaria, donde fue echado a pique por “los submarinos piratas que merodean en aguas canarias”. La circunstancia de haber sido hundido cerca de tierra por un submarino alemán dio pie a manifestaciones sobre la neutralidad española que estaba siendo violada. FUENTE: R.S.V. |
Rafael Sánchez Valerón es cronista oficial de Ingenio. |
Crucero Princesa de Asturias. Participó en tareas apoyo y salvamento a náufragos de barcos hundidos por |
---|
Artículo publicado por Rafael Sánchez Valerón en: http://www.cronistasoficiales.com/?p=225822 el Sábado 3 de Agosto de 2024. Los vapores del Lloyd Rotterdam de Holanda, venían haciendo la travesía de la colonia holandesa de Batavia (isla de Java) a Holanda, por el sur de África, con escala en Las Palmas desde el principio de la Gran Guerra, debido a que la navegación por el Canal de Suez y Mediterráneo ofrecía dificultades y peligros. De estos vapores era consignataria en Las Palmas la Casa Miller. Desde la tarde del 30 de noviembre de 1916 eran esperados dos de sus buques: el Rindjani, con numerosos pasajeros con destino a Holanda y el Kediri , con cargamento de cereales destinado a Marsella, después de haber cargado en el Puerto de la Luz, unos 8000 guacales de plátanos que ya estaban depositadas en gabarras. Ante el retraso, se había corrido la voz que tres vapores ingleses de pasaje habían sido hundidos por un submarino alemán frente a Gando por lo que de forma vertiginosa se vieron circular por la carretera del sur 15 o 18 automóviles. Poco más tarde las noticias indicaban que se trataba de un solo vapor de nacionalidad holandesa. El Kediri El vapor holandés Kediri desplazaba 3.388 toneladas y pertenecía a la matrícula de Rotterdam. Con una dotación de 43 tripulantes holandeses, estaba bajo el mando de Mr. Smith y procedía de Batavia y Capetown con carga general para Marsella. En el Puerto de la Luz tenía previsto carbonear y aprovisionarse de víveres y agua. En la mañana del 30 de noviembre, fue avistado por un submarino alemán cuando se hallaba a 13 millas de la costa de Maspalomas, ordenándole parar y pidiendo los manifiestos. Al comprobar los alemanes que llevaba cargamento para Marsella, encontrando entre otras cosas: nuez de coco seco, alcohol, aceite, arroz, latón y otras substancias declaradas contrabando de guerra, dieron orden de abandonar el buque en cuatro botes, los cuales fueron remolcados por el submarino hasta cuatro millas distante de la costa, llegando a Maspalomas sobre media tarde. Más tarde fue cañoneado por el más pequeño de los submarinos hasta en doce ocasiones, lo que ocasionó su hundimiento lentamente después que empezó a hacer agua e inclinarse de una de las bandas, ordenando enseguida el capitán poner rumbo hacia la costa para embarrancarlo, no pudiendo hacerlo por hundirse antes de llegar. Los submarinos que participaron era uno de ellos de tamaño grande y el otro pequeño. El mayor medía 80 metros de largo y tenía una avería por efecto de un disparo que le hizo un buque inglés al que hundió. Tan pronto como llegaron a tierra los tripulantes del Kediri , se refugiaron en el faro de Maspalomas donde permanecieron sin comunicar con nadie, en cumplimiento de la ley, durmiendo la noche en el faro, donde se les dio café y licores y cenaron, excepto el capitán, que valiéndose de un guía se trasladó en bestia a Las Palmas a donde llegó al amanecer del día siguiente, después de pasar por Telde y seguir en una tartana. El resto de la tripulación fue recogida por el remolcador que llegó procedente de Las Palmas, sobre las nueve y media de la noche del 30 de noviembre, mientras que por la carretera del Sur salieron muchos automóviles, algunos de los cuales regresaron en la madrugada y otros quedaron entre Agüimes y Santa Lucía esperando, pues la distancia que media donde termina la carretera y Maspalomas era muy larga y de muchas horas de camino. Empleados de la casa consignataria Miller habían tomado seis automóviles para esta emergencia. También se enviaron caballerías para su trasporte por tierra así como aviso a personas del pueblo cercano para que se dirigiesen a la playa en auxilio de los náufragos. Posteriormente los náufragos del Kediri , su capitán y 43 tripulantes, quedaron alojados en Las Palmas a donde habían llegado en cinco lanchones remolcados por el remolcador Gando , manifestando estar muy agradecidos de los auxilios y atenciones que en Maspalomas les prestaron los torreros del faro y las familias de pescadores. En relación a las continuas revisiones y hundimientos, se había corrido la voz que en las islas, se facilitaba información a los submarinos para sus correrías. El Rindjani Las maniobras de la detención fueron observadas por el Rindjani que también fue intervenido por los alemanes, cuando el Kediri se hallaba detenido entre los dos submarinos, al que ordenaron detener su marcha, pasando a bordo marinos alemanes en un bote, procediendo a examinar su documentación. Dos horas después le fue permitido continuar su ruta para llegar a las ocho y media de la noche al Puerto de la Luz donde quedó fondeado, aguardando a los 43 náufragos del Kediri , de nacionalidad holandesa, para conducirlos a Rotterdam. Al día siguiente gran parte del pasaje recorrió la ciudad, saliendo en automóviles de excursión al interior de la isla. El día 1 de diciembre por la noche zarpó del Puerto de la Luz para Rotterdam el el Rindjani con numeroso pasaje, entre ellos los náufragos del Kediri. A las 10 de la mañana, llegó al puerto de la Luz el vapor español Elorrio , después de haber sido sorprendido a las tres de la madrugada por un submarino alemán a unas 6 millas al S E. de Maspalomas y dispararle tres cañonazos pero siguió su viaje por hallarse en aguas jurisdiccionales. El Cádiz El vapor español Cádiz de la Compañía de Pinillos navegaba por el sur de Gran Canaria procedente de Argentina, cuando fue detenido al amanecer a 12 o 15 millas de Maspalomas por un submarino alemán pintado de aplomado, de unos 55 metros de largo aproximadamente, después de ser conminado a detenerse por el disparo de cuatro cañonazos, uno de ellos con proyectil. El joven comandante del sumergible ordenó que viniera a bordo un oficial con la documentación del buque. Examinada ésta, dijo que todo estaba bien, y que el Cádiz podía continuar su viaje, no sin antes obsequiar con tabacos al oficial del vapor y tripulantes. Los pasajeros del Cádiz comentaron posteriormente que el comandante del submarino preguntó si durante la travesía habían encontrado al buque italiano Garibaldi que había partido el mismo día que el buque español de Santos (Brasil) para Europa, contestando aquellos negativamente. Desde el submarino sus tripulantes dieron vivas a España. El Cádiz continuó su interrumpido viaje hacia Las Palmas para posteriormente seguir ruta para Cádiz. FUENTE: R.S.V. |
Rafael Sánchez Valerón es cronista oficial de Ingenio. |
Cañonero Laya |
---|
Artículo publicado por Rafael Sánchez Valerón en: http://www.cronistasoficiales.com/?p=225929 el Luynes 5 de Agosto de 2024 . No se habían apagado los ecos del cañoneo por un submarino alemán al transporte portugués de 6.500 toneladas Machico, al norte de Alegranza, procedente de varios puertos de África para Lisboa y al que se estuvo buscando de manera infructuosa, logrando llegar a Cádiz con dos enormes boquetes, provocados por los cañonazos. Se daba la circunstancia que este buque había sido alemán y fue incautado por los portugueses. Pocos días después, se produjo el suceso protagonizado el velero de la misma nacionalidad Emilia . Desplazaba 1.500 toneladas y estaba capitaneado por Joao Francisco dos Santos . Había salido de Oporto y venía a Las Palmas con un cargamento de madera de empaquetar tomates para varios comerciantes de Las Palmas y lastre, para continuar su viaje para Cuba donde debía recoger un cargamento de ron y azúcar para Canarias. Cuando se encontraba a unas diez millas al este del faro de la Isleta, sobre las ocho de la mañana del 14 de noviembre de 1916, oyeron un fuerte cañonazo y al submarino UC-20 de unos 25 metros de eslora, que les hacía señales de parada y petición de bandera, orden que fue obedecida por el capitán del Emilia que izó la bandera portuguesa. Del submarino partió un bote con un oficial y cuatro marineros que pasaron a bordo del Emilia. Dicho oficial reclamó la documentación del barco y formuló varias preguntas sobre la clase de cargamento, procedencia y destino. Después de inspeccionar la carga dieron diez minutos de plazo para arriar los botes y abandonar el lugar a sus 17 tripulantes con algunas pertenencias pues se veían obligados a hundir el barco. Los explosivos colocados en la bodega y la apertura de los tapones de desagüe no fue suficiente para hundirlo al ser la estructura del buque y el cargamento de madera, por lo que tuvieron que disparar veinticinco cañonazos, tras los cuales el buque se hundió mientras el submarino se sumergía, habiéndose incautado de provisiones del Emilia , especialmente carne y galletas. El bote fue remolcado al Puerto de La Luz por una falúa que había salido a encontrar un vapor holandés que pasaba para el sur y no entró en el puerto. Durante el trayecto tuvieron que hacer uso de los remos, temerosos de que se rompiera la vela. Un teniente de navío del crucero Princesa de Asturias con varios números de la misma se hicieron cargo de la tripulación, siendo conducidos a tierra por el muelle de Santa Catalina, a donde llegaron sobre las dos de la tarde del mismo día con la presencia de unas mil personas. Fueron obsequiados con tabaco y se les dio de comer, prestando declaración en la Comandancia y luego en Sanidad, para después ser entregados al cónsul de Portugal en Las Palmas. Tras el hundimiento del Emilia , el cañonero Laya, inició la búsqueda de una supuesta base de submarinos alemanes en Canarias. FUENTE: R.S.V. |
Rafael Sánchez Valerón es cronista oficial de Ingenio. |