Este video comparativo muestra clips realizados bajo el agua a 4K y a 1080 comparando los resultados al renderizar en HD 1080.

1.- Grabación de cámara a 4K
2.- Grabación de cámara a 1080
3.- Grabación de cámara a 4K, convertida a .AVI en GoPro Studio reduciendo a 1080
4.- Grabación de cámara a 4K, convertida a .AVI en GoPro Studio manteniendo el 4K

Todas estas piezas se montaron en un proyecto de Sony Vegas y fueron renderizadas a 1080 para el video final.

Cuando grabamos a 1080, cada cuadro (frame), efectivamente, mide 1920x1080 pixels, pero todos sabemos que tamaño y resolución real no tienen por que coincidir. Existe un consenso de que, en el caso de la GoPro, como resultado del modo de muestreo del sensor (sampling) utilizado por la cámara, no hay más de 600 líneas reales. Esto no sería cierto con una cámara "de las de verdad", como una Red o una Blackmagic, pero pasa con la pequeña GoPro.

Cuando grabamos a 4K, probablemente tampoco haya las 2160 líneas reales, pero por lo menos si hay, holgadamente, las 1080. Eso es la causa de que, cuando se reduce el tamaño del cuadro de 3840x2160 a 1920x1080, el resultado sea muy superior al 1080 nativo de la cámara.

El flujo de trabajo estandar con las filmaciones de GoPro consiste en convertir los clips en .MP4 de la cámara a .AVI ó .MOV con el programa del fabricante GoPro Studio. Este paso es prácticamente obligado si se filma utilizando Protune con las opciones de balance de blancos nativo (Raw) y color plano, opciones que son fundamentales para obtener un buen resultado cromático bajo el agua.

En el momento de la conversión puede optarse por mantener la resolución nativa (4K) o por reducirla a HD 1080. Hay una pequeña diferencia de nitidez entre los resultados finales, que favorecen a los clips que mantienen la resolución original, en mi opinión se debe simplemente a que el algoritmo utilizado por Sony Vegas para el remuestreo funciona un poquito mejor que el de GoPro Studio.

Existe una gran diferencia de calidad entre los resultados obtenidos grabando a 4K y los que proporciona la grabación a 1080. En cambio, no hay grandes cambios entre los clips de 4K convertidos a 1080 y los que se mantienen en 4K a lo largo de todo el montaje.

Dado que la reducción a 1080 con GoPro Studio aligera la carga de trabajo en la fase de edición y montaje, es una opción recomendable si el ordenador con el que se va a trabajar no es muy potente. Con una buena máquina, que sea capaz de manejar bien el 4K, siempre es más recomendable mantener la resolución original, lo que facilita realizar una nueva renderización a 4K cuando se generalice en el futuro (como sin duda va a pasar) y que, además, da mejores resultados si se quiere reencuadrar (hacer zoom).

Para aquellos que opten por reducir la resolución desde el principio (Con GoPro Studio) siempre queda la posibilidad de hacer zoom con el GoPro Studio en el momento de convertir el clip a 1080, aunque es una opción menos flexible. Con respecto a la posibilidad de renderizar de nuevo a 4K, si se trabaja en 1080, está la vieja técnica del proxy, muy utilizada en el montaje de largometrajes.

A los futuros compradores de una Hero 4 se les plantea un dilema: ¿Black o Silver, merece la pena pagar 100 euros más y renunciar a la pantalla táctil a cambio del 4K?

Muchos han optado por la Silver basándose en que no les interesa el 4K. Pero si somos conscientes de que la H4 Black, gracias al 4K, puede producir videos a 1080 con mucha mayor nitidez que la Silver, las cosas pueden ser muy distintas.

Queda pendiente hacer una comparación entre las diferencias entre los resultados que se pueden conseguir a partir de clips filmados por la cámara a 4K y a 2,7K renderizándolos a 1080. Pendiente de una prueba objetiva, mi opinión personal, basada en los resultados obtenidos con la Hero 3 y 2,7K>1080, es que no se llega a la nitidez de la Hero 4 Black.